sábado, 16 de mayo de 2009


oh dios, odio a las aves,
envidio su suprema livertad,
siento asco al oir su trinar alegre perdido en la inmencidad del exterior.

odio esta epoca llena de colores y flores,
de esa absurda magia instantanea,
prefiero que vean pasar nubes uniformadas que deseos de vivir.

he sido como el sol,
capas de iluminar hasta el mas perdido de los corazones,
mostrando como llegar a casa y como se hace para reir.

oh dios, odio serlo,
me encuentro mas solo que él,
suelo ser mas dañino y oculto al anochecer.

extraño tanto caminar junto a la luna
bailar con estrellas, sentir sus tristesas,
congelarme con el frio de su amor.

extraño el silencio, tambien estarlo,
creerlo, sentirlo,
dormir....

oh dios, odios...
para todos y contra aquello que perjudique,
para este vaso con agua y su inseparable tableta.


tiemblo, con la vista perdida miento,
con la razon renuncio al paraiso
y con el alma aviso que ha nacido algo peor.

quiza jamas deje de oir voces,
talvez nunca crean que veo sus sombras,
pero cuando todo acabe y este lejos de ti sabran que no estaba enfermo...
ni demente.

oh dios,
aun sera tarde para huir de aqui ?

1 comentario:

Kal-El dijo...

no tienes que envidiar a nadie ni sentirte mal contigo misma u odiar lo que te rodea, pues eres preciosa por ser única, por eso todos somos especiales, porque somos únicos.